La Policía Nacional ha capturado en Benidorm a un fugitivo de nacionalidad rumana sobre el que pesaba una orden internacional de detención cursada por las autoridades de Estados Unidos por su relación con una organización criminal acusada de una ciberestafa de más de siete millones de dólares desde Rumanía a ciudadanos estadounidenses a través de subastas y compras en internet de vehículos y productos de elevado precio que eran ficticios. Diecisiete miembros de la red ya han sido condenados y quedaban tres fugitivos, entre ellos el de Benidorm.

El sospechoso, de 31 años, iba acompañado por su pareja cuando fue apresado esta semana en Benidorm por agentes del Grupo de Crimen Organizado de la Brigada de Policía Judicial de Alicante. La mujer también fue detenida tras comprobar que portaba tarjetas de crédito de dudosa procedencia. El fugitivo compareció ayer ante la Audiencia Nacional a través de videoconferencia desde los juzgados de Benidorm, donde fue asistido por la abogada Sara Cabezas Campos. El detenido ha ingresado en prisión mientras se tramita su extradición y su mujer, asistida también por la misma letrada, quedó en libertad.

La ciberestafa supera los siete millones de dólares y afecta a 900 estadounidenses engañados entre Diciembre de 2013 y Julio de 2018, según el Internal Revenue Service (IRS) de Estados Unidos, el equivalente a la Agencia Tributaria. Según la reclamación, el detenido en Benidorm formaba parte de una organización internacional que insertaba anuncios falsos en páginas web de subastas y compras online de productos caros que en realidad no existían. Crearon cuentas ficticias para publicar los anuncios y comunicarse con las víctimas y las convencían para que enviaran el dinero de los productos anunciados, engregándoles facturas con el logo de empresas de renombre. Pero nunca recibían el producto.

La trama convertía el dinero que entregaban las víctimas en criptomonedas. Al detenido en Benidorm le acusan de entregar 640.000 dólares estafados a las víctimas para blanquear.