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24 julio, 2024El próximo 28 de julio es el Día Mundial contra las Hepatitis Víricas, y la capital de l’Alcoià forma parte del programa #HepCityFree, que reúne 20 ciudades españolas que lideran la lucha por la eliminación de esta infección viral crónica para la cual no existe vacuna pero sí un tratamiento que la cura.
Gracias a este programa, se ha conseguido detectar y empezar a tratar en el Alcoy más de 10 casos de hepatitis C que estaban sin diagnosticar, porque es una enfermedad silenciosa que carrera sin síntomas durante muchos años.
Este programa está desarrollando actividades de información y de búsqueda de personas que viven con hepatitis C y no lo saben, especialmente en colectivos vulnerables como por ejemplo personas sin techo y usuarios de drogas inyectables.
A pesar de que España lidera el ranking mundial de personas tratadas y curadas por millón de población, la hepatitis C se continúa cobrando en nuestro país cuatro muertes semanales.
El diagnóstico tardío de la infección –que se da en más de un tercio de los casos– hace que el mal que provoca en el hígado no sea reversible. “Con 188 muertos cada año en España por causas relacionadas con la hepatitis C, no podemos darnos por satisfechos. Son casi el 10% de las muertes en carretera y, como aquellas, prevenibles y evitables”, afirma el coordinador de la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (AEHVE), Javier García-Samaniego
Alcoy y otras 19 ciudades integradas en el programa #HepCityFree quieren buscar personas que tienen hepatitis C y no lo saben, porque se trata de una enfermedad silenciosa que carrera sin síntomas durante muchos años y que, en muchos casos, cuando se diagnostica, ya ha causado un mal hepático irreversible. Por eso y con motivo del Día Mundial contra las Hepatitis Víricas, que se celebra el próximo 28 de julio, estas ciudades lanzarán, a través de sus respectivos medios y perfiles en redes sociales, una campaña que tiene como protagonista el actor Carmelo Gómez, curado de hepatitis C, y el objetivo de la cual es, precisamente, concienciar del carácter silencioso de la enfermedad y promover tanto la detección como el inicio del tratamiento.
El caso de Carmelo Gómez fue cómo lo de tantos otros pacientes que contrajeron el virus a través de una transfusión de sangre antes de que, a mediados de los años 90, se descubriera y se pusiera fin a esa vía de contagio. Como otros pacientes que pueden tener ahora la infección y no lo saben, Carmelo no supo que tenía la enfermedad hasta mucho después de infectarse. Como suele pasar, el diagnóstico se produjo de manera casual, cuando a finales de los años 90 acudió a dar sangre y le dijeron que no podía porque tenía una enfermedad hepática. Durante un tiempo quiso obviar la hepatitis C, pero ya no pudo cuando empezaron a manifestársele los síntomas. En el spot cuenta que sentía cansancio y, sobre todo, una gran angustia por no saber cómo podía evolucionar la enfermedad. El tratamiento que seguía tenía importantes efectos secundarios y no curaba la enfermedad, hasta que la aparición de los antivirales de acción directa cambiaron el curso de su vida y pudo devolver a la normalidad. En pocas semanas estaba curado.
La suerte de los pacientes que se diagnostican actualmente es que saben que su enfermedad tiene tratamiento y que ese tratamiento es eficaz prácticamente en el 100% de los casos. Por eso la importancia de detectar la infección en estadios iniciales, antes de que cause en el hígado un mal que pueda llegar a ser irreversible. “Con Carmelo, afortunadamente, llegamos tiempo. Y, con las posibilidades de diagnóstico y tratamiento que tenemos ahora, tendríamos que llegar a tiempo para ese largo centenar de pacientes que todavía ahora pierden la vida en España cada año por causas asociadas a la hepatitis C», afirma el hepatólogo Javier García-Samaniego, coordinador de la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas, AEHVE, que integra a las sociedades científicas y asociaciones de pacientes comprometidas con la eliminación de la hepatitis C y promueve el programa #HepCityFree, que fomenta la implicación de las ciudades en la investigación de los últimos casos de hepatitis C.
Una búsqueda que los hepatólogos consideran que hay que hacer tanto en población general, a través de un prueba de hepatitis C en todos los adultos entre 50 y 85 años sin un test previo negativo, como, de forma muy específica, en colectivos vulnerables, donde la prevalencia es más alta y a los cuales es más difícil acceder. “Estamos hablando de personas alejadas de los circuitos asistenciales habituales y a las cuales solo es posible llegar con recursos descentralizados y estrategias alternativas”, explica Javier García-Samaniego. Es en ese ámbito en el cual las ciudades pueden realizar una gran contribución, pues, de manera autónoma o en colaboración con las ONGs del entorno, tienen una mayor capacidad para llegar a estas poblaciones, y particularmente a los colectivos de personas sin hogar, usuarios de drogas por vía parenteral, y hombres que tienen sexo con hombres y que asocian conductas de riesgo, que son los principales focos de infección activa en España. “Nuestro programa Ciudades Libres de Hepatitis C, #HepCityFree, ha demostrado que la mayor proximidad de las entidades locales con estas poblaciones resulta un activo estratégico para avanzar en el objetivo de eliminación de la enfermedad”, asevera García-Samaniego.
En concreto, en Alcoy, el desarrollo de #hepCityFree ha permitido la coordinación de los recursos sociosanitarios municipales y autonómicos para la puesta en marcha de un plan de microeliminación que ha incluido la revisión de pacientes de bases de datos Microbiología y Atención Primaria, el test y tratamiento rápido de pacientes diagnosticados en centros de adicciones y la criba de personas de diferentes dispositivos municipales. En concreto han colaborado Ponts de Igualdad, GARA, Salud Pública, Cruz Roja, Unidad de Alcoholemia, Unidad de Conductas Adictivas y Unidad de Prevención Comunitaria en Conductas Adictivas. Gracias a este programa y a la colaboración de las entidades, se ha rastreado unas 2.000 personas y se conseguido detectar y empezar a tratar en el Hospital Virgen María de los Lirios de Alcoy 12 casos de hepatitis C.
Con cerca de 170.000 pacientes tratados y curados desde 2015, España lidera el ranking mundial de personas tratadas y curadas por millón de población. El Ministerio de Sanidad situaba la prevalencia de la infección en el 0,22% en 2018 y los especialistas estiman que estará hoy por debajo del 0,1%. A pesar de esto, hepatitis C se continúa cobrando en nuestro país cuatro muertes semanales. El diagnóstico tardío de la infección, que se da en más de un tercio de los casos, hace que el mal que provoca en el hígado no sea reversible. “Con 188 muertos cada año en España por causas relacionadas con la hepatitis C, no podemos darnos por satisfechos, son casi el 10% de las muertes en carretera, y, como aquellas, prevenibles y evitables”, afirma García-Samaniego.
“España tiene la oportunidad de hacer historia y convertirse en el primer país entre los desarrollados a acabar con un problema de salud pública como la hepatitis C. Pero para ganar esta batalla, necesitamos tomarnos realmente de verdad las llamadas políticas de salud pública, es decir, tenemos que acompañar el tratamiento de todos los casos con otras actuaciones en materia de medición, prevención, diagnóstico temprano y atención a colectivos de riesgo”, explica el coordinador de la AEHVE y jefe de la Sección de Hepatología de la H.O La Paz, que insiste en el papel clave de las ciudades en todo esto.
Toda la información sobre la campaña puede descargarse aquí: aehve.org
Sobre la hepatitis C
La hepatitis C es un importante problema de salud pública por su incidencia, morbimortalidad y costes sanitarios. Hasta la aparición de los tratamientos antivirales de acción directa, era la primera causa enfermedad hepática terminal y cáncer de hígado a los países occidentales y la primera indicación de trasplante hepático.
Las causas de infección más comunes son las prácticas de inyección poco seguras, la esterilización inapropiada del equipo médico y la transfusión de sangre y hemoderivados antes de 1990. Aunque es menos frecuente, el virus de la hepatitis C se puede transmitir por vía sexual (particularmente por determinadas prácticas sexuales) y pasar de la madre infectada al hijo.
La hepatitis C es una enfermedad silenciosa, que no presenta síntomas. No existe ninguna vacuna frente a la hepatitis C, pero se cuenta con un tratamiento que cura la enfermedad en casi el 100% de los casos.
Sobre la AEHVE
En febrero de 2017, sociedades científicas y asociaciones de pacientes comprometidas con el objetivo marcado por la OMS de acabar con las hepatitis víricas como problema de salud pública antes de 2030, crean la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (AEHVE), con la intención de avanzar en este objetivo, dado que España ya contaba con un Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C (PEAHC). De la AEHVE forman parte la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), la Sociedad Española de Medicina General (SEMERGEN), la Sociedad Española de Medicina General (SEMG), la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria (SESP), la Sociedad Española de Virología (SEV), la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), Socidrogalcohol (Sociedad Científica Española para de Estudios sobre el Alcohol, el Alcoholismo y las otras Toxicomanías), el CIBERehd (Centro de Investigación Biomédica en Red en Enfermedades Hepáticas), el Instituto de Salud Global de Barcelona (IS Global), la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (FNETH), la Asociación Catalana de Enfermos de Hepatitis (ASSCAT) y la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C de Madrid (PLAFHC Madrid).



