MIGUEL DE CERVANTES

ARTICLE DE JOSÉ ANTONIO TOMÁS ANDRÉS

Con motivo de la restauración del monumento a Cervantes, les envío este escrito, en atención a su excelsa figura y las excepcionales dotes que adornaron a este hombre tan singular. Debemos considerar que es un honor para la ciudad de Alcoy tener uno de sus mejores paseos dedicado al ilustre escritor, poeta, dramaturgo y soldado que fue D. Miguel de Cervantes Saavedra.

Aunque de todos es sabido, conviene recordar que uno de los mejores libros de la literatura universal, como es Don Quijote de la Mancha, fue escrito por él. Fue llamado Principe de los Ingenios, por este hecho y otros más, y Manco de Lepanto, por su heroicidad en aquella célebre batalla.

 Por todo ello tengo el gusto de enviarles estos dos sonetos, -él fue un gran sonetista-,  uno de los cuales está destinado a él, y otro referido a nuestro céntrico y querido paseo, que lleva su augusto nombre.

      MIGUEL DE CERVANTES

    Fue poeta, dramaturgo y soldado,

   genio español de la literatura,

   Príncipe de los Ingenios por ventura

   y Manco de Lepanto fue llamado.

    Un arcabuzazo en el pecho dado

   y en la mano, causaron su rotura.

   Arde de fiebre pero está a la altura

   cuando cae herido y ensangrentado.

    Así fue su tesón y valentía,

   pero es hecho prisionero y esclavo

   por ser un hombre de tanta valía.

    Escribiendo El Quijote da en el clavo.

   Novelas, cuentos, dramas y poesía,

   después de sufrir tanto menoscabo.

     PASEO DE CERVANTES

    Majestuoso paseo de Cervantes,

   su lindo monumento a él dedicado.

   De pinos y cipreses flanqueado

   y de otros arbustos muy elegantes.

    Lluvias gloriosas de sol abundantes

   se desparraman entre el arbolado

    y bañan con su oro tan delicado,

   a tórtolas, palomas y paseantes.

    ¿Y qué diremos de la marquesina

   con su terraza, las mesas y sillas?

   -Que es como un oasis que allí te encamina-.

              ¡Las farolas, el ping-pong, los bancos,

   parque de niños, cuántas maravillas,

   cuántos acicates llenos de encantos!

 José Antonio Tomás Andrés