DOS REALIDADES DISTINTAS
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22 junio, 2015CARTA HOMENAJE A FELINO DE JORGE SEDANO 
No son noticiables, por ser más que conocidas, las bondades personales y el extenso currículo social, empresarial y humano del amigo Rafael Pascual. Una vida apasionante dedicada a su familia, su ciudad, sus amigos y, lo más difícil y menos frecuente, a sus trabajadores.
D. Rafael Pascual Albero: “nuestro Felino”. Y digo “nuestro” porque Rafael es, sin lugar a dudas, parte importante de nuestro extenso e impresionante patrimonio humano/empresarial. Somos una gran ciudad gracias a grandes hombres y mujeres como él: por gente emprendedora y con carácter. Y Rafael Pascual es uno de los grandes. ¡No lo olvidemos nunca!
Hay quien tiene suerte en la vida. Hay quien no da pie con bola. Hay quien quiere y no puede. Y hay quien sin quererlo ni desearlo se convierte en líder y punto. Y en el caso, Felino es, simplemente un pedazo de líder y dos puntos. O tres…
El líder no es líder porque se proponga grandes metas y objetivos y los alcance, o tenga quince masters en Michigan, Milan o Millena. El líder es líder porque la gente que le rodea le hace líder. Porque el liderazgo brota siempre desde la naturalidad y la espontaneidad. A Felino la naturalidad, la espontaneidad y, por tanto, el liderazgo, no le fluyen, sino, digamos, se le desparrama a borbotones. El carisma, como el cariño, como dice la canción, “ni se compra ni se vende”.
Hoy lo realmente noticiable, agradable, memorable y conmemorable es poner el acento en algo poco frecuente: los trabajadores, por iniciativa propia, han querido rendir un homenaje a su jefe. ¡Perdón, a su angelical Felino! ¡Perdón a D. Rafael Pascual! ¡Perdón a su amigo! ¡Perdón a su líder…! Estamos ante un gesto histórico precioso, reconfortante, cercano y humano… y esa es la noticia. Y Ojalá cunda el ejemplo porque, en estos tiempos difíciles que estamos viviendo hay que recordar que hay muchos empresarios ejemplares, como muy bien recordó el propio Rafael al finalizar el merecido homenaje.
Los trabajadores han expresado sus sentimientos hacia su jefe, su amigo y su líder La palabra, gracias a Dios, jamás podrá alcanzar la profundidad de los nobles sentimientos que anidan en la caja de los sueños, vivencias y fatigas compartidas durante largos años ¿Se puede pedir más? No.
La primera vez que tuve la oportunidad de conocer personalmente a Rafael Pascual, tuve la impresión, poco habitual, de que estaba estrechando la mano de un amigo. De un buen amigo. Así es Felino en las distancias cortas. En nuestra primera conversación le comenté que mi padre siempre me decía, que sentía una gran admiración por él. Se conocieron cuando mi padre era un tejedor veinteañero recién llegado de Andalucía y Felino era un chiquillo inquieto y arrollador que trabajaba también en el textil. Coincidieron durante poco tiempo “haciendo horas” en un bochinche de algún drapaire. No recuerdo exactamente el lugar, ni mi padre está aquí para hacerme memoria, lamentablemente.
Mi padre decía de vez en cuando y con cierto orgullo- Mira Jorge, yo trabajé y conocí a Felino cuando era un chiquillo y ahora es de los empresarios más importantes y, lo más difícil, lo quieren mucho sus trabajadores porque siempre ha tenido un carácter especial.- Y mi padre apostillaba, finalmente, en plan adivino: -yo siempre supe que ese chiquillo valía mucho y llegaría lejos-.
Mi padre tuvo dos referentes como empresarios que le marcaron mucho: uno fue Felino, sin duda. El otro una persona a la que no tuve la suerte de conocer en vida, fue D. Francisco Esteve, empresario textil y jefe de mi padre, durante toda su vida laboral, como tejedor hasta su jubilación. Un empresario del que sólo he escuchado siempre, por parte de mi padre y todos sus compañeros de trabajo de aquella época, un gran respeto, cariño y admiración por no decir fascinación.
Tengo la suerte de conocer personalmente tanto a la familia de Rafael Pacual, como a la familia de Francisco Esteve con los que también me une una cordial relación. Quien siembra recoge… Y Rafael Pascual y Francisco Esteve sembraron. Y sembraron bien.
Hay felinos peligrosos. El nuestro, nuestro Felino, “tiene alas” y por eso es uno de los empresarios alcoyanos que siempre, desde el anonimato y con suma discreción, se ha implicado a fondo en ayudar a los más desfavorecidos. Gracias Rafael. Gracias por ser como eres. Gracias por tu ejemplo y tu generosidad. Gracias por tu sonrisa franca y abierta. No cambies nunca. Simplemente te recuerdo que en esta sociedad un poco aletargada necesitamos, hoy más que nunca, gente como tú.
P.D. Querido Rafael, querido Felino, mi padre, desde allí, te manda un fuerte abrazo. Simplemente lo sé.
JORGE SEDANO DELGADO
CONCEJAL DE CIUDADANOS ALCOY
