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En apenas cuatro años la ciudad de Alcoy ha conseguido poner su nombre en el panorama mundial del lindy hop, una realidad evidenciada por el éxito de participación de la cuarta edición del Winter Black Swing Festival. Hasta 467 hoppers (amantes del lindy hop) han disfrutado y bailado a ritmo de swing este fin de semana en nuestra ciudad, muchos de ellos procedentes de distintos puntos del estado español y del extranjero. El plato fuerte tuvo lugar la noche del sábado, cuando 455 participantes se congregaron en el Circulo Industrial para bailar toda la noche a ritmo de música en directo.
La regidora de Juventud, María Baca, nos traslada las valoraciones de los miembros de la organización: «las previsiones de participación se han cumplido con creces, hasta el punto que las entradas puestas a la venta por internet se agotaron. Ni siquiera el mal tiempo disuadió a la gente; de hecho, hay constancia que algunos asistentes condujeron el sábado más de 200 km bajo la lluvia para conseguir entradas». La edil también resalta el positivo impacto que el acontecimiento tuvo en el sector de la hostelería, gracias al incremento de reservas en hoteles y restaurantes durante el pasado fin de semana.
En cuanto a la nacionalidad de los participantes extranjeros, se registró gente natural de los siguientes países: Andorra, Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Polonia, Reino Unido y Estados Unidos. El resto, 434 participantes, procedían del estado español, de los cuales 317 lo hacían de territorio valenciano. Así pues gente de Castilla la Mancha, Castilla y León, Cataluña, Aragón, Murcia, Andalucía, Madrid, Mallorca y Galicia también visitaron nuestra ciudad.
La presencia de figuras reconocidas en el mundo del lindy hop, como la del coreógrafo británico Ryan François, ha contribuido al éxito del Winter Black Swing Festival. También ha sido decisiva, como reconocían los organizadores hace escasos días en comparecencia pública, las facilidades concedidas por el Ayuntamiento de Alcoy. Fruto de esta complicidad se han podido organizar actividades en lugares tan emblemáticos de la ciudad como la Plaça de Dins o el Círculo Industrial.
María Baca también destaca la inestimable tarea de la asociación Little Black, el esfuerzo de la cual permite que esta cita, «no solamente se consolide, sino que crezca año tras año».
