Se habla mucho de la posible cuarta ola sanitaria provocada por la Covid-19. Pero muy a nuestro pesar la cuarta ola va a ser económica y nos va a hacer mucho daño. La falta de previsión, el retraso en la toma de decisiones y la nula iniciativa para generar ayudas, acechan con convertirse en una herida mortal para un gran porcentaje del tejido empresarial formado por autónomos y pequeñas empresas.
La situación es dramática. La capacidad económica de las familias dependientes de pequeños negocios está basada en un ahorro cada vez más escaso. Es vital, por tanto, que el Gobierno de Pedro Sánchez cree ayudas similares a las de nuestros países vecinos y compense de forma eficaz y eficiente a nuestros emprendedores por las pérdidas ocasionadas ante cierres forzados.
Francia, Alemania, Italia y un sinfín de países de la Unión Europea están habilitando líneas de apoyo realistas, basadas en facturación de años normales y que sirven para que los negocios tengan esperanza y puedan emprender la desescalada con seguridad.
Por desgracia aquí en España y en concreto en la Comunidad Valenciana, solo nos encontramos con limosnas. A un plan de autobombo mediocre y gestado por un Gobierno autonómico roto en pedazos se han atrevido a llamarle “resistir”. Debería explicar el señor Puig cómo piensa que las empresas resistan con 2.000 euros. Parece una mala broma.
Las personas no necesitan limosnas. Necesitan indemnizaciones por haberles obligado a cerrar y para ello hay que habilitar líneas de apoyo a la altura de la problemática que estamos viviendo. También a escala municipal también. A ingresos cero, impuestos cero. ¿Cómo es posible que los negocios obligados a cerrar tengan que pagar la tasa de recogida de residuos durante ese periodo? ¿Cómo es posible que no se apliquen bonificaciones en todos aquellos servicios municipales que no han disfrutado las personas por estar cerrados? La cartera de posibilidades es enorme: desde el Impuesto de Bienes Inmuebles, el de circulación o la tasa de vados.
Estamos convencidos de que desde el Ayuntamiento se pueden hacer cosas: potenciar el consumo de cercanía, reducir los gastos a los negocios, ayudar de verdad con una gestión eficiente de ayudas… Si el señor Francés y su concejal de Hacienda dedicasen a pensar en el beneficio de los alcoyanos solo una parte del tiempo que emplean en desprestigiar a la oposición, la ciudad saldría ganando. Por eso pedimos que, por una vez, y ante la gravedad de la situación, dejen de lado decisiones partidistas y personalismos y acepte dialogar propuestas que son positivas para los alcoyanos, vengan de donde vengan.
Lirios García González
Concejala del Partido Popular en el Ayuntamiento de Alcoy