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16 abril, 2021Un informe de Servicios Sociales constata el éxodo de mano de obra, el envejecimiento y la elevada subsistencia con ayudas de emergencia.
El Partido Popular plantea medidas para frenar el aumento de la pobreza en Alcoy, revelado por un informe del departamento de Servicios Sociales del Ayuntamiento. El estudio expone que 10.029 alcoyanos tienen rentas por debajo del umbral de la pobreza y que 12.985 están en riesgo de exclusión social. Los técnicos constatan que la ciudad pierde mano de obra que se marcha a otras ciudades y advierten del incremento de población que perpetúa las ayudas sociales como medio de vida. “El informe es demoledor. Debemos reaccionar y aplicar medidas para cambiar esta dramática situación”, afirma la concejala Amalia Payá.
La Concejalía de Bienestar Social ha elaborado el primer Informe de pobreza, correspondiente a 2020. El trabajo analiza la situación social, demográfica, económica y laboral de la población. Una de las principales novedades del informe, como explica la regidora del PP, es que ofrece datos sobre los indicadores de pobreza a escala local. El estudio estima que 10.029 alcoyanos tienen una renta que está por debajo del umbral de la pobreza, así como que 12.985 habitantes de Alcoy están en riesgo de exclusión social. “Son cifras inasumibles para Alcoy”, sostiene Payá.
El informe advierte de que estos indicadores, cuando ofrecen datos en el ámbito comarcal (con resultados mejores que los de la provincia y la comunidad), “sesgan la realidad” porque incluyen “algunos de los municipios más relevantes en material industrial de la provincia y de la Comunidad Valenciana, concretamente Ibi, Onil y Castalla”.
La concejala se muestra “alarmada” por otro de los datos que ofrece el informe: el éxodo de mano de obra. Según el estudio, “Alcoy ha ido perdiendo población en edad de trabajar, a pesar de presentar un crecimiento poblacional relativamente estable, lo que indica que hay una clara emigración de la mano de obra hacia otros municipios o lugares donde encuentran más posibilidades de acceder al mercado de trabajo, por la crisis que ha vivido la economía alcoyana y de la que no termina de recuperarse”.
La consecuencia de esta emigración de mano de obra, señala el informe, es el envejecimiento de la población que va a generar “un problema estructural”: que la ciudad no encuentre reemplazo cuando la “generación del baby boom” se jubile. En este sentido el informe considera “alarmante” el descenso del índice de renovación de la población activa, es decir, la relación entre los que se incorporan a la actividad y los que la abandonan. La tasa ha pasado del 115% en 2010 al 73,8% en 2019. Este índice es cinco puntos inferior al de la provincia y al de la Comunidad Valenciana. “Es urgente abordar un plan con medidas e incentivos para que los jóvenes de Alcoy tengan oportunidades en su ciudad”, incide la edil del PP.
Ayudas sociales como medio de vida
El informe subraya que el 43,23% de la población entre 16 y 64 años permanece inactiva, esto es, sin trabajo y sin estar registrada en los sistemas públicos como demandantes de empleo. El estudio alerta de que “parte considerable” de este segmento de población depende de las ayudas sociales. “Basa principalmente su subsistencia en los recursos procedentes de los servicios sociales y ayudas de organismos y entidades locales, perpetuando esta vía como medio de vida, señala el trabajo del departamento de Bienestar Social. A juicio de la concejala del PP, “no podemos permitir que nuestros vecinos dependan de las ayudas, debemos ofrecerles un futuro”.
Amalia Payá apunta otro dato del informe: la tasa de dependencia, es decir, la proporción de población activa que mantiene a la dependiente. Este indicador ha crecido tres puntos desde que gobierna el PSOE en Alcoy. “Ya es hora de dejar lemas falsos como el Alcoi en positiu y dedicarse a afrontar la realidad con políticas que incentiven los sectores económicos. Diez años de un Gobierno que no hace nada están teniendo unas consecuencias catastróficas para Alcoy”, manifiesta la regidora.
“Los datos son muy tristes, pero más triste es aún ver que el alcalde, Antonio Francés, los obvia y no aparenta intención alguna de plantear medidas para remontar. No se puede entender esta actitud tan pasiva sin pensar en que su única voluntad es mantener un clientelismo con objetivo electoral”, concluye la concejala.
