No obstante deja la puerta abierta, en el RD Ley 6/2021, a que las comunidades autónomas las puedan otorgar. Así, la Comunitat Valenciana puede apoyar a entidades o actividades no incluidas en el anexo I, que se hayan visto particularmente afectadas en el ámbito de su territorio.
Las durísimas y necesarias normas sanitarias han impedido que nuestras actividades educativas, complementarias al currículum escolar, que se llevan a cabo con grupos de entre treinta y ciento cincuenta alumnos, hayan podido desarrollarse.
Si a eso unimos el lógico miedo de profesores y grupos familiares, puede decirse que nuestra actividad en este largo año de la pandemia se ha reducido a niveles próximos a cero. Sin embargo hemos tenido que seguir pagando los costes fijos y el mantenimiento de nuestros centros, cuidado y alimentación de los animales de la granja etc..
En años anteriores a la pandemia cerca de 200.000 escolares, asociaciones y familias visitaban estos centros educativos…
Si la Comunidad Valenciana se olvida de este sector de la educación no podremos resistir, y el Gobierno incumplirá su promesa de que no se quede nadie atrás.